La Reforma del tiempo diario
Reloj Decadario
Paris, museo Carnavalet

Gilbert Romme, él otra vez, propuso una nueva reforma de la medida del tiempo, que se habría agregado a la reforma ya llegada con el calendario republicano. El 14 de vendémiaire, año II (5 de octubre de 1793), la Convención adopta la nueva reforma. Se encuentra en el decreto de la misma fecha el artículo XI que dice:

XI. El día, de medianoche a medianoche, está dividido en diez partes; cada parte en diez otras, así sucesivamente hasta la más pequeña porción medible de la duración. Este artículo será válido para las actas públicas únicamente a partir del 1º del primer mes del tercer año de la república.

El día está por lo tanto dividido entre diez horas. Cada hora cuenta con cien minutos y cada minuto cuenta con cien segundos.

En el artículo XI del decreto del 4 de frimaire, Año II, se encuentra:

XI. El día, de medianoche a medianoche, está dividio en diez partes u horas, cada parte en diez otras, así sucesivamente hasta la más pequeña porción medible de la duración. La centésima parte de la hora se llama minuto decimal, la centésima parte del minuto se llama segundo decimal. Este artículo será válido únicamente a partir del 1º de Vendémiaire, en el año tres de la República.

Era la gran época de todas las transformaciones que ve el advenimiento del sistema métrico para los pesos y las medidas, el nacimiento del grado centésimal para las medidas de ángulo (un ángulo recto vale cien grados centésimos en lugar de noventa grados).

Para familiarizar la población con el nuevo sistema horario, unos relojes de bolsillo y relojes de pared con la doble medida fueron fabricados. Pero frente a las dificultades, esa reforma fue suprimida el 18 de Germinal, año III (7 de abril de 1795).

El grado centésimal, que se puede encontrar todavía sobre algunos semi-círculos, de hecho, tampoco se está usando. Los matemáticos saben muy bien, por otra parte, que la única medida universal no es el grado, ni tampoco el grado centésimal, sino el radián.