Occidente es un sedimento de bárbaros sucesivos y por eso siempre ha deseado, a la par que temido y rechazado, la invasión de nuevas oleadas regenadoras y parte de su decadencia real se debe a la presunción de que ya no quedan bárbaros y en cualquier caso la barbarie ajena es menos temible que la propia.
Manuel Vázquez Montalbán